martes, 20 de diciembre de 2011

FELIPADAS

FELIPADAS
DE RECETAS Y CLIENTES

“El cliente siempre tiene la razón. Y si no, se la da”. Es esta una máxima tasquera, recogida en el imaginario compartido. Tiene una segunda parte, que solo a veces se dice, pero que siempre se piensa. “Porque razón tiene la clientela, hasta que suelta la tela”. En el caso que aquí nos ocupa, la razón es doble. Opinión y receta. Y de éxito, por cierto. Don Felipe fue el creador de un legendario sándwich, sin necesidad de ser Conde inglés. Tampoco nació como capricho de jugador de cartas, durante una larga partida. Fue más un arrebato el suyo, que le vino un incierto día. Por eso, no fue éste noble sándwich de alta cuna, sino pintxo grande de buena barra. A Don Felipe, le bastó con ser cliente, cocinero y pregonero para inmortalizar receta. Tres en uno. Como tres son los lados de una “felipada”. Así lo pidió y así se lo hicieron. Confirmado el acierto, el Alameda lo hizo suyo y lo abrió a la ciudadanía. Si lo prueba, no le dejará indiferente. Que bastante triste está la vida, como para mascar soserías. Y eso vale para hoy y para siempre. Que medio siglo lleva, demostrándolo entre nosotros, este producto singular. Podrán prohibirnos el tabaco, pero que nos dejen el tabasco. Al fin y al cabo, suena parecido y también lleva llama. La que ofrece, en cada bocanada, la incomparable “felipada”.
Jon Uriarte y Tomás Ondarra

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